sábado, 23 de junio de 2012

ESTAN INVADIENDO EUROPA

por J. G. Cobo Borda

Están invadiendo Europa
sirvientas turcas, exiliados chilenos,
turistas japoneses
gastan su aire,
cuelgan trapos sucios en las ventanas,
se quejan de la poca sensualidad alemana.
¿las catedrales subsistirán
a pesar de tales vándalos?
¿Las cámaras fotográficas
podrán hacer aún más daño
a los lienzos craquelados?
¿La mierda de las palomas
alcanzá a proteger
las feroces gárgolas
de la cristiandad hecha pedazos?

Nuevas oleadas
venidas de los extramuros del mundo
–Colombia, la India, Ghana–
se lanzan al asalto.
Y ellos, los rudos visigodos,
los malolientes bávaros,
contemplan como la nueva tribu atrabiliaria
devora museos, consume paisajes,
hurta los souvenirs infames.
Se esconden entonces
en los cuidados bosques
de sus barrios residenciales,
lejos del smog
pero no de su propia historia
implacable.

lunes, 18 de junio de 2012

EL DERECHO A SER ESTUPIDO

<una vez mas ha funcionado la democracia.>
El sargento de hierro, película

<Si desde luego, todo el mundo quiere ser libre, si.
Pero una cosa es hablar de ello y otra muy diferente es serlo.
Es muy difícil ser libre cuando te compran y te venden en el mercado.
Claro qué no les digas jamás que no son libres,
por que entonces se dedicaran a matar y
a mutilar para demostrar que lo son.
Si, si, están todo el día dale que dale y dale que dale con la libertad individual
y ven un individuo libre, y se cagan de miedo.
>
Easy rider, película




Cuando mejora el “estilo de vida” de una clase –la clase media que irónicamente baja el numero de ciudadanos perteneciente a ella– se logra cierta satisfacción y conformismo que no menciono de manera peyorativa. Pues que esta muy bien para cualquiera tener cubiertas sus necesidades básicas, masomenos alcanzadas sus necesidades de segundo nivel y con el horizonte claro para alcanzar nuevos privilegios. No se puede negar que esto es agradable. Pero que he dicho cubiertas y no resueltas pues resolverlo aplicaría para soluciones casi definitivas; las garantías de vivienda, salud, alimentos y otras que parecen eso, garantías de por vida, en realidad están en riesgo cada día; pero que no se preocupen por esto, desde que el crédito alcance no hay razón para no estar satisfechos.
Esta clase media que vive una falsa paz y una falsa riqueza se consideran a sí mismos como los normales. La clase media tienen ese valor simbólico referencial en la sociedad, los que están debajo de ella -los pobres- y los que están por encima de ella -los ricos- son anomalías del sistema, un tipo de desequilibrio que debe tolerarse. Así que la clase media felizmente acomodada en su nuevo estilo superior de vida juzga desde su posición lo que afecta a toda la sociedad, no establece los valores de esta pues los valores los establece la burguesía pero es la clase media quien los legitima -o es utilizada para legitimarlos-. Por estar ella ubicada en el medio como jamón entre dos clases sociales opuestas, la clase media sirve como puente para poner en dialogo estos dos extremos sociales, es el moderador de una sociedad, su opinión aprueba o desaprueba a la una o a la otra. Claro que la parcialidad y objetividad de este jamón puede ponerse fácilmente en duda. Y también su papel de moderador, de legitimador, ¿realmente es tal o es solo el maquillaje? lo importante es que en el juego de apariencias es así, la clase media se lo cree, esta segura que su opinión es la opinión publica, esta segura que son la base de la economía, que la empresas buscan su beneficio porque ellos son los consumidores, y en un mundo de mercados esto significa que son los consentidos.


Y si ya tenemos lo que queríamos y la vida promete mas ¿para que cambiarlo? hemos llegado, estamos lejos del filo del despeñadero. Si, claro, escuchamos noticias todo el tiempo, una crisis allí otra allá, como siempre, y como siempre se resuelven bien, por algo estamos aquí. La democracia funciona, ella nos ha traído y ahora que llegamos ¿para qué la necesitamos?
Estamos pateando la escalera que nos trajo hasta aquí arriba -nada raro ya que mucho antes dejamos tiradas las herramientas con la que construimos esta escalera, la violencia-. La democracia en las esferas del poder no es exactamente un sistema de gobierno es mas una forma de elegir el gobierno, un camino siempre abierto que pone el poder, potencialmente, al alcance de todos. Pero esos todos deben ser definidos Cuando se participa del poder, en este caso a través de la democracia nos llamamos ciudadanos, la manera mas elemental, mas básica y quizás la mas falsa de participar para un ciudadano es a través del sufragio, para poder realizarlo debemos demostrar que cumplimos con los requisitos necesarios para votar, es decir demostrar que cumplimos con aquello que nos hace ciudadanos, entre estas condiciones esta haber cumplido la mayoría de edad. pues al cumplir 18 años -mayoría de edad colombiana- recibimos nuestra cédula de ciudadanía, lo cual hace creer tanto a quien la posee como a todas las instituciones del país que esta persona es un ciudadano. (El objeto que es la prueba, la cédula, el plástico pasó a ser la condición, la ciudadanía) ¿Que hay de las otras cualidades que debe cumplir el ciudadano para ser considerado como tal. Acaso hay mas? ser ciudadanos significa que se es libre y significa que se tienen completa capacidad mental para hacer parte de la toma de decisiones, por eso hay que esperar hasta los 18 años, porque la ley colombiana considera que a esta edad tenemos suficiente conocimiento como para meter la cucharada en los enredos del poder. Como todos los colombianos nacemos libres según la carta grande de nuestra república entonces es un requisito realmente fácil de cumplir, solo hace falta que nuestros padres incurran en un error y nueve meses mas tarde aquí estamos nosotros, ciudadanos libres.
Tenemos la ventaja de que otros ya lucharon por nosotros por esa libertad y así como pasa con la libertad tenemos la sensación que otros ya lucharon por todo lo que estamos disfrutando, ya no hay nada mas porque luchar. Ya somos ciudadanos, no podemos perder eso, no podemos perder la libertad, si nacimos libres es natural que seamos libres, es tan obvio. Y como es natural pues es intocable, nadie puede ir contra la naturaleza.


Este es el sentido común repleto de mitos que representa la realidad del día a día de la mayoría de los ciudadanos, especialmente los de esta clase media acomodada que realmente cree que nada ni nadie le moverá de su cómodo lugar entre el esponjoso pan de arriba y el apretado pan de abajo. Para ellos el mundo ya esta construido.








Nuestra sociedad tecnócrata y especialista nos hace creer que la política es un empleo. Tenemos expertos para todo y cada persona debe especializarse en alguna área del saber, tener un trabajo claro y puntual, recibir un sueldo por ese trabajo, lo demás es pasatiempo, hobby, entretenimiento, vida personal y privada. La política es para los políticos, lo único que tenemos que hacer es elegir a alguien que haga lo que se debe hacer así ignoremos qué es eso que se debe hacer. ¿porque habría de hacerlo yo; acaso no le pagamos a los políticos para que hagan eso. Me van a pagar a mi? yo tengo otro trabajo, no se nada de la política excepto que todos son iguales. Votar o no votar es una decisión paradójica porque parece indicar que el resultado siempre es el mismo: nada cambia.


El recorrido por el camino de la democracia es gran parte de la explicación en las mejoras del estilo de vida de la clase media, y la tarea de esta clase era continuar ancharlo y alargarlo para las otras clases que no han podido recorrerlo aun y para la misma clase media que no ha cumplido todas las metas que se propuso cuando dio el primer paso en esta dirección, al parecer a mitad de camino decidieron echarse una siesta que hace rato se convirtió en un largo sueño, cuando abra los ojos se dará cuenta que la democracia que daba por segura no alcanza siquiera a ser una trocha.


Aceptemoslo, por mas que se vanaglorie ya no nos gusta la Democracia, por lo menos no la verdadera donde hay ciudadanos que toman decisiones porque es en ellos donde realmente reside el poder y aquellos que llamamos políticos solo son otros ciudadanos que se ocupan de defender nuestros intereses mientras nosotros seguimos con nuestras vidas en otras esferas también colectivas pero también personales.
ser un verdadero ciudadano requiere constante esfuerzo. Un ciudadano nunca elige para donar su poder a otro, lo elige por razones practicas, un verdadero ciudadano es también ese representante en quien confía honestamente una comunidad y de esta manera ha establecido el compromiso y la responsabilidad con las ideas y las necesidades de esta comunidad. Un ciudadano no es el espectador que ve como se mueve y como cambia su entorno sino que es partícipe de ese cambio. En conclusión, ser ciudadano harta.

La desconfianza a la democracia es una de los pocos acuerdos que parece tener la izquierda y al derecha actual. La derecha la rechaza porque es complicada, exigente, le estorba a los mercados y todo lo que mencionamos antes respecto a la clase media en colombia, Y la izquierda, la democrática, también cuestiona mucho la democracia, no le parece justo un sistema que le da poder a una inmensa mayoría aletargada y analfabeta políticamente que no sabe ni de donde viene ni donde esta ni …

La democracia tiene mucho trabajo, obliga a pensar, a informarse, a dialogar, a debatir, a trabajar sin salario, a ser responsable, arriesgar la vida, tener ideales, leer, escribir, marchar, gritar, a solidarizarse, la democracia obliga a la empatía, a la hermandad, a compartir; la democracia cansa. Por este motivo, o mejor, por esta falta de motivación hacemos uso del único derecho que queremos, el derecho a la libertad. Ese derecho conquistado en el pasado por verdaderos ciudadanos, nuestros padres y abuelos y una serie de tataras, quizás. En razón de esta herencia que nos han dejado verdaderos hombres y mujeres libres reclamamos nuestro derecho a ser estúpidos, actuar contra nuestros intereses personales y comunes. Tenemos derechos a no exigir mas derechos que este. Tenemos derecho a regalar nuestro poder, a renunciar a ser ciudadanos reales. Somos personas individualistas pero no autónomas. Por estas razones deberíamos declararnos de una vez por todas mentalmente incompetentes para la democracia

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