PORRAS A LA JUVENTUD COLOMBIANA

En “De Jorge Zalamea a la juventud colombiana” hace una critica a la generación siguiente de la generación del centenario y es una respuesta al llamamiento que hizo Alfonso Lopez, director del partido liberal, a todos aquellos que se identifiquen con su pensamiento; contando la adhesión de la mayoría de los que pertenecían a la Generación del Centenario, los cuales serian los adultos de los años 20 es decir aquella que tenia el mando de la nación cien bochornosos años después de la independencia de la república de colombia. De la carta extraemos lo siguiente, dos puntos abro comillas: “... las generaciones anteriores habían rendido su capacidad creadora entre el fragor de batalla y la ferocidad quemante de la pasión política; pero, mejor o peor, robusta o baldada, entregaron al nuevo siglo una república desembarazada de los arreos bélicos y honestamente cubierta por una veste jurídica acorde con la moda y las necesidades del tiempo. La Generación del Centenario, que fue la llamada a recibir a la República pacificada, estaba señalada para marcarle el ritmo de su andadura, las lindes de su camino, los términos de su avance. Y no acertó en serle guía sino en extraviarla por atajos y trochas que no debió conocer nunca. Por primera vez en cien años de vida libre, una generación colombiana no acertaba en descubrir el camino ni a discernir el verdadero rostro de la nación. De ahí el complejo de inferioridad que la poseía y que había de expresarse por modo vario e invariablemente acusador...”

En búsqueda de ese espíritu, animo, impetu o voluntad, naturaleza o conciencia; como quiera ser llamado el deber de la juventud, sumamos a los avisos del pasado nuestra vos de advertencia, al menos reproducirlas como ecos. Llevarlas del papel amarillento de la biblioteca a las plantillas html de la blogosfera.
“Nuestra generación, por causas que se me escapan o que tal vez no quiera apreciar ahora, esta dejando de cumplir con su deber, peor aun: esta falsificando su deber para con el país. A ella le correspondía por derecho natural, por necesidad biológica, por deber ineludible la fiscalización implacable, la critica sin compromisos y, sobre todo, la marcha sin compasivas esperas hacia una estructura nacional mas verídica, amplia y humana que la creada por generaciones anteriores. De no ser así, el país perderá su única garantía de progreso, pues las nacionalidades ni pueden permitir impunemente que sus juventudes se limiten a identificarse con el pensamiento de sus mayores, así sea este el mas patriótico, desinteresado y honesto que pueda de momento concebirse. Quien no se rebela contra su progenitor y con el lucha y lo vence y supera, defrauda a la especia y se defrauda a si mismo: se queda a la mitad de su propia medida”
Si se sienten regañados es porque asi debe ser. A quienes les haya llegado el mensaje por favor cuidarlo de perderse tras la resaca o guayabo del fin de semana.